¿Qué es peor?, ¿La ignorancia o la indiferencia?

Ni lo sé ni me importa

lunes, 23 de septiembre de 2013

El capitalismo y el vino. Una reflexión parea acabar como cubas...

El gran bodeguero
In taberna quando sumus, non curamos quid sit humus.

O lo que es lo mismo, cuando andamos de juerga no nos damos cuenta de lo jodidos que estamos.

Y este sistema en que vivimos es una juerga, un despelote, una borrachera constante de crecimiento, con más y mejores cacharros, más y más largas vidas, más y mejores posibilidades de viajar, comer caliente y vestirnos de colorines.

Siete mil millones de seres humanos que pueden vivir setenta años. ¿quién da más? Ya hay dos o tres manos alzadas en la subasta, las veo,. Siete mil quinientos. Ocho mil millones dentro de cinco años... Bien.

¿Y hasta dónde podremos hacer vino en el que seguir embriagándonos? Porque lo cierto es que no podemos agrandar la cuba.

La cuba es la Tierra.

¿Y sabéis lo que pasa con el vino? Os lo cuento des el principio, a ver si el asunto vinatero os trae alguna idea a la cabeza.

Se exprimen las uvas, o se pisan, o se prensan, y el mosto va a parar a la cuba. Se trata d un líquido dulce, con un porcentaje importante de azúcar. En ese mosto comienza a prosperar las levaduras. Las levaduras viven de comerse el azúcar y de cagar alcohol. Es una manera un poco bestia de decirlo, pero es así: las levaduras consumen azúcar y generan un producto de desecho, que es el alcohol. A medida que pasa el tiempo, las levaduras prosperan, crecen, se hacen dueñas y señoras de la cuba, se multiplican por diez, por cien, por mil....

Poco a poco  hay menos azúcar y más alcohol en la cuba, y llega un momento en el que el porcentaje de alcohol es tan grande que las levaduras mueren intoxicadas en su propia mierda, porque el alcohol es una sustancia tóxica.

Ahí es donde se detiene la fermentación y donde nosotros decimos que el vino está listo para madurar o para consumir como vino joven.

Pues bien: eso es lo que nos pasa a nosotros con esta cuba que es la Tierra. El azúcar es el carbono, en forma de petróleo, de gas natural o de carbón directamente. A medida que lo consumimos prosperamos, nos multiplicamos, nos hacemos los dueños de todo. El sistema capitalista se basa en promover esa expansión, en producir más y más cada vez para que no se detenga el crecimiento.

Pero el CO2, que es el producto de deshecho, crece, hay cada vez menos carbono y más sustancia tóxica a nuestro alrededor, hasta que en un momento, cuando sea, se detenga el proceso y estemos listos para que alguien nos madure en barricas o nos lleve a su mesa.

¿Quién nos beberá?

¿De qué cosecha seremos?

Yo quiero ser un Moriles. O un buen Toro, ¡qué carajo!